Caso de un asesino serial

"Caso de un asesino serial"Un asesino serial de Venezuela con seis víctimas confirmadas

Seleccionaba mujeres de la calle. Las violaba, las golpeaba y las asfixiaba. Francisco Abraham García Hernández fue detenido el 8 de marzo de 2015. 

Vídeos y pruebas de ADN son utilizadas por las autoridades para establecer su responsabilidad en los homicidios de 5 mujeres y una niña.
La fiscal 16 del estado Carabobo ya presentó el acto conclusivo del caso, que trabajó junto a funcionarios del Eje Homicidios Base Las Acacias. Los investigadores solicitaron un perfil genético de todas las víctimas para ratificar mediante el ADN la identidad del agresor. 

También verifican casos similares y no resueltos para determinar García Hernández cometió otros crímenes. El experto en criminología David Wilson sostiene que un asesino serial ya convicto muy posiblemente sea responsable de otros casos que están sin resolver.   
 “El niño” le decían en Caricuao, “El barrendero” lo llamaban en Santa Teresa y San Juan, y en Valencia lo conocían como “El cristiano”. Tres apodos para un mismo hombre: Francisco Abraham García Hernández, de 34 años de edad.
No tiene un oficio definido. Quienes lo conocen aseguran que cuando trabajaba, lo hacía como vigilante. Vivió hasta los 17 años en el bloque 16 del sector La Hacienda de la UD-3 de Caricuao, junto a su padre, dos hermanos (una mujer y un hombre) y su abuela paterna.
La madre abandonó el hogar cuando él era un adolescente. Comerciantes del bulevar de Caricuao aseguran que el padre del asesino, cuando se encuentra en estado de embriaguez, grita: “ella se fue con otro tipo que tenía más plata”. Reclama que lo haya dejado solo con “estas cargas (sus hijos)”.
A los 16 años comenzó a delinquir y lo detenían frecuentemente por arrebatones. Estuvo preso en 2003 por robo y en una ocasión usurpó la identidad de su hermano. El padre tiene antecedentes por lesiones e intento de violación a una de sus hijas.
Fue obligado a abandonar la vivienda, cuando algunos de sus familiares se percataron de su conducta delictiva, además consumía crack y alcohol. 
En el bulevar de Caricuao y los alrededores de la estación Zoológico, donde solía refugiarse, los buhoneros lo veían como un “indigente inofensivo”. Para las prostitutas de la plaza de Santa Teresa “era un hombre de buen aspecto y aseado”, mientras que los empleados de la Embotelladora Venezuela en Valencia creían que era practicante de la religión evangélica.

Perfil de un asesino en serie
En opinión de Freddy Crespo, criminólogo y profesor de la Universidad de Los Andes afirma:  “Para mí califica en el perfil de un asesino en serie. Tiene las características”.
“Hablamos de un asesino en serie cuando sus crímenes se repiten con un mismo patrón, cuando ha cometido más de tres homicidios en un lapso breve de tiempo, muestra una doble personalidad, es organizado y planificado, estudia a sus víctimas y busca víctimas vulnerables o débiles (mujeres, niños o ancianos)”, enumera Crespo.
El experto califica a los asesinos en serie como psicópatas, mientras que describe la conducta de un sicario como la de un sociópata. “El psicópata busca siempre un patrón. Para él, el homicidio constituye una satisfacción que lo llena a nivel emocional. Para el sicario la satisfacción de matar es social, se siente socialmente incluido en su ambiente por el hecho de asesinar y se siente más satisfecho si sus víctimas son fuertes y poderosas”.
El hecho de que exista un patrón es un indicador de que el psicópata está compensando alguna carencia emocional que tuvo en su desarrollo como persona, explica el criminólogo. “Entonces busca sustituir y proyectar esas carencias emocionales con sus víctimas, usualmente son las relaciones maternas las que determinan qué tipo de víctimas o qué clase de víctimas el psicópata busca. No necesariamente la relación con la madre debe ser mala para que  esto presione al individuo a ser psicópata”, precisó Crespo.

Un trabajo sobre asesinos en serie publicado por BBC explica que: “No creo que haya un perfil típico de un asesino en serie… A algunos asesinos en serie los inspira una fantasía o tienen una adicción, a menudo con la necesidad de obtener algún tipo de gratificación sexual o incluso una cause célèbre pervertida. Otras motivaciones pueden incluir la rabia, la emoción o alguna ganancia financiera”.
La publicación intenta desmitificar algunas supuestas particularidades de este tipo de criminales. “Los asesinos en serie son difíciles de atrapar porque a menudo adoptan una máscara de cordura. 
Aparentan ser personas muy normales por lo que durante mucho tiempo tanto las autoridades como la familia y amigos los pasan por alto. En el caso de Francisco Abraham García Hernández era reservado y ordenado aunque estaba sumido en las drogas y el alcohol.
 Los asesinos disfrutan demasiado de lo que están haciendo como para querer que los atrapen, pero entre más confiados se sienten, más creen que son inalcanzables, y empiezan a cometer errores humanos que llevan a su captura”.
Vía: Runrun